Si eres tutor de un gato, seguramente ha pasado que tu gato se queda mirando fijo a la oscuridad, a alguna puerta o a la pared, a veces incluso gruñendo o erizando el lomo, tal como lo podemos ver en algunas películas de terror. Esta ocurrencia suele generar bastante miedo y nos lleva a cuestionarnos si son capaces de ver algo que nosotros no, si ven fantasmas.
Y bueno, la respuesta depende de ti.
Según leyendas, los gatos siempre han tenido una fuerte conexión con el mundo espiritual y de lo metafísico. Por eso, se creía que muchas brujas, brujos y magos tenían gatos de protección o como familiares. El concepto de familiar se refiere a un ser que cumple tareas de protección y servicio a su amo, generalmente se usaban búhos, sapos, gatos o perros. Se cree que los más comunes eran los gatos, por su capacidad de saltar entre dimensiones, y entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Así, se ha dado a conocer una infinidad de historias de animales que se presume tienen muy desarrollada esta conexión.
Un famoso ejemplo es el caso de Oscar, un gato que fue publicado en la revista médica “The New England Journal of Medicine”. Oscar vive en el geriátrico Steere House: Nursing & Rehabilitation Center, en Estados Unidos, específicamente en el tercer piso, donde se hospedan pacientes con demencia en estado terminal. Este minino se hizo conocido por “predecir” la muerte de los pacientes, tal como mencionó staff del centro “Nadie muere en el tercer piso a menos que Oscar le visite y se quede un rato.”. Lo que, para muchas personas evidencia la mística cualidad de los gatos.
Por otro lado, este fenómeno también se puede abordar desde el mundo de la ciencia. Los gatos no tienen la mejor visión diurna, de hecho, el centro de su visión es muy claro, pero los bordes se ven borrosos, por lo que deben ayudarse de sus otros dos mejores sentidos: el olfato y la audición. Sin embargo, su visión nocturna es muy buena, bastante superior a la nuestra, por lo que, sumado a su audición, que es hasta cinco veces mejor que la nuestra, y tan precisa que pueden escuchar a un ratón caminando en pasto a diez metros de distancia, o las frecuencias emitidas por un murciélago, provoca que los mininos sean capaces de detectar cosas que para el humano son imperceptibles.
Esto puede explicar por qué a veces enfocan la mirada en un punto donde nosotros no vemos nada. Puede que ellos tampoco vean algo, pero sí lo perciben. Puede que perciban el sonido de algún animal afuera de la casa, o quizás algo más...algo que la ciencia todavía no pueda explicar.
Y tú, ¿Cuál crees que sea la respuesta? ¿Crees que los gatos ven fantasmas?
Autor: Aly Yévenes