CÓMO VEN EL MUNDO NUESTROS PERROS Y GATOS

Los arcoíris después de un día de lluvia, las flores en primavera, las prendas de ropa, los semáforos, el mar, el cielo; vivimos en un mundo lleno de colores para experimentar. Donde sea que miremos podemos encontrar una gran variedad de tonalidades y texturas, siempre y cuando haya luz.

Como humanos, contamos con dos tipos de células que son responsables de nuestra visión: los conos y los bastones. Estas estructuras se localizan en nuestras retinas y son fotorreceptoras, es decir, reciben la luz y la convierten en un “mensaje” eléctrico, enviando la señal al cerebro para poder interpretar lo que tenemos en frente. Los conos se encargan de permitirnos ver los colores y los bastones se relacionan con nuestra capacidad para ver en la oscuridad. Lo mismo ocurre en los perros y gatos.

Sin embargo, nuestras visiones son muy distintas, ¿Te has preguntado alguna vez cómo ven el mundo nuestras mascotas?

Para hacerte una idea, los humanos contamos con 3 tipos de conos, lo que nos permite discriminar el espectro de luz roja, verde y azul, y con 90-160 millones de bastones del mismo tipo. Los perros cuentan con 2 tipos de conos, con los que ven luz azul y amarilla, y con alrededor del triple de bastones que los humanos. Y los gatos también son dicromáticos, viendo luz verde y azul, y su cantidad de bastones está en una proporción de 25 a 1 con relación a los conos.

Conociendo eso, podemos comprender lo siguiente. Tanto los perros como los gatos ven menos colores que nosotros, sin embargo, no ven en blanco y negro como se creía hasta hace un par de décadas, tienen una amplia gama de tonalidades asociadas a sus respectivos colores. Y, si bien, se ven más limitados en cuanto a los colores que ven de día, de noche esta situación se revierte, pues las grandes cantidades de bastones que poseen les permite tener una visión nocturna realmente privilegiada, lo que en estado salvaje les permitía tener ventaja sobre sus presas cuando cazaban y servía para poder protegerse de los depredadores que intentaban atacar en la oscuridad.

Es importante considerar que los bastones tienen además otras funciones relacionadas a la percepción y detección del movimiento, a los tipos de visión y a la velocidad de comprensión de las imágenes, por lo que, además de los colores, hay muchos otros factores que diferencian también nuestra visión de la de nuestros peludos. Como, por ejemplo, nuestros perros tienen la capacidad de detectar un movimiento y procesarlo en “cámara lenta”, lo que les ayuda a atrapar frisbees y comerse la comida que se nos cae en tiempo récord.

Así,la próxima vez que juegues con tus peludos, recuerda que no solo pueden ver sus juguetes a color, sino que, además estás estimulando el desarrollo de sus propias capacidades.

Y tú, ¿Conocías estas diferencias?

Autor: Aly Yévenes.

 

 

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