Luego de meses de días fríos y noches largas, llegó agosto. Cada vez la primavera se acerca más, lo que genera que haya días más largos y podamos disfrutar de más horas de luz. Al extenderse la jornada, aparece también un curioso fenómeno, los cambios en el comportamiento de nuestros gatos, de aquí sale el dicho “agosto es el mes de los gatos.” En realidad, esta afirmación es mucho más que solo un dicho y tiene una explicación científica que lo respalda. Si eres tutor de uno de estos pequeños felinos, seguramente habrás notado cómo nuestros peludos se vuelven más juguetones y coquetos en esta época del año, esto es causado por la increíble conexión que tienen sus cuerpos con la luz. La luminosidad del ambiente causa que la síntesis de Melatonina (hormona del sueño) baje y, en consecuencia, la hipófisis secrete Lh (hormona luteinizante), lo que prepara el cuerpo de las gatas para gestar. Por esto, las gatas entran en celo solo algunos meses del año, comenzando en agosto. En cuanto a la forma de reproducción gatuna, las hembras tienen un mecanismo bastante peculiar dentro del mundo animal, funcionan con reproducción inducida, lo que significa que, al tener contacto sexual con un macho, su ovario libera un óvulo para fecundar y permite que se genere un embarazo. Por lo mismo, una misma camada de gatos puede tener distintos padres e incluso la gata puede volver a embarazarse estando ya embarazada, sumando gatitos a la gestación. Estos cambios hormonales generan que instintivamente nuestras mascotas tengan la tendencia a querer salir de nuestros hogares en busca de potenciales parejas. Los machos se ven atraídos por los olores que liberan las gatas y las hembras son invitadas a salir de sus hogares por los llamados de los gatos. Estas salidas pueden causar embarazos y que nuestros gatos se extravíen, sin saber cómo volver a casa, por lo que es muy importante, y parte de la tenencia responsable, el esterilizar a nuestras mascotas, considerando además la sobrepoblación gatuna que hay actualmente en Chile. Los gatos pueden, y deben, ser esterilizados antes de que alcancen su madurez sexual, es decir, alrededor de los 4 y 6 meses de vida, no dudes en consultarle a su médico veterinario. Y tú, ¿Sabías la razón detrás del dicho? ¿Qué opinas de la esterilización?
Autor: Aly Yévenes